En los nuevos proyectos de construcción, uno de los factores a los que se les presta más atención es al de la hermeticidad.
La hermeticidad busca evitar el paso incontrolado de aire entre el interior y el exterior de un edificio, ejecutando una correcta capa estanca.
Solo si conseguimos dibujar con un lápiz (sin levantarlo del papel) una línea continua por toda la envolvente del edificio, entonces estaremos ante una capa estanca.
Es lo que llamamos la regla del lápiz.
Debemos diferenciar 2 conceptos:
– La Hermeticidad al aire: esta la garantizamos en la cara interior del aislamiento. Coincidiendo con la barrera de vapor, impide que se comparta flujo de aire entre el interior y el exterior.
– La Hermeticidad al viento: la trabajaremos en el lado frío del aislamiento y su función es evitar infiltraciones a través del aislante.
Para trabajar la hermeticidad al aire tenemos diferentes materiales considerados herméticos: paneles OSB, contrachapados, láminas de frenos de vapor, membranas liquidas , hormigón e incluso yeso proyectado.
A la hora de elaborar la hermeticidad se tiene en consideración 2 fases:
- Fase de elaboración: se define la posición de capa hermética, se comprueba la continuidad de la capa hermética, se estudian los puntos críticos y se definen los materiales a usar.
- Fase de ejecución: se comprueban los materiales, se realiza la revisión FT del fabricante, se comprueban los encintados y los puntos críticos.
Para comprobar la hermeticidad o estanqueidad se utilizará la prueba de presurización blowerdoor, en la cual creamos una diferencia de presión entre el interior y el exterior del edificio. Se mide el caudal de aire bajo una diferencia de presión de 50 pascales.
En edificios Passivhause se requieren una medición menor a 0.6 renovaciones hora.
Jose Álvarez